Seguimos con nuestros experimentos acerca del movimiento, investigando ahora sobre el equilibrio. Comenzamos nuestra sesión en el parque, por cierto un lugar perfecto para experimentar tanto con el movimiento como con el equilibrio: columpios, balancines, toboganes, tirolinas…
En este caso, nos detuvimos a estudiar el movimiento de los balancines. Primero sube un único niño en un extremo del balancín y observamos lo que sucede. ¿Qué necesitamos para poder balancearnos arriba y abajo? necesitamos otro niño en el otro extremo para mantener el equilibrio ¿Qué pasa si el peso en uno de los extremos es mayor que en el otro (si sube un adulto)? Planteamos primero las preguntas, dejamos que planteen sus hipótesis, y finalmente las comprobamos. A continuación, jugamos en otro balancín con cuatro brazos. Si sube un solo niño ¿dónde se tiene que colocar para mantener el equilibrio? ¿y si suben dos? ¿pueden colocarse uno al lado del otro? ¿o en extremos opuestos?. Después de estas observaciones, montamos nuestro propio balancín con una tabla de madera y un tronco, y experimentamos con distintos objetos en los extremos, para encontrar el punto de equilibrio.
Además de experimentar buscando nuestro propio punto de equilibrio subidos en nuestro balancín casero.
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