Para obtenerla hemos cortado la parte superior de una botella, la hemos cubierto con un trozo de tela de felpa de una toalla, que hemos sujetado a la botella con una goma, hemos mojado la tela en nuestro líquido de burbujas….y hemos empezado a soplar….
Así hemos conseguido crear larguísimos “gusanos” de espuma (así es como los han bautizado) con los que hemos experimentado. Hemos observado que la estructura (mucho más estable) era totalmente diferente a la de las burbujas del otro día. Así que han jugado a darle distintas formas a sus gusanos: puentes de espuma entre los platos, formas de letras, y también a dar un baño de espuma a todas las plantas de la terraza….
Para observar después la forma de estas burbujas (que ya no son esféricas como las pompas aisladas, sino que tienden a formar estructuras más complejas donde se forman ángulos de aproximadamente 120º entre las paredes de las burbujas), hemos añadido un poco de témpera al líquido de burbujas, hemos formado una montaña de burbujas y hemos presionado ligeramente un papel sobre la estructura para obtener la “huella” de las burbujas.