La primera sesión, como siempre que introducimos un nuevo tema intentamos que sea de exploración/juego libre. En este caso colocaremos varias rampas con distintas pendientes (unas cuantas maderas o cartones y bloques de construcción o cajas son suficientes para montarlas y para que después puedan manipularlas los niños libremente). Además podemos proporcionar diferentes objetos de distintas formas, tamaños y materiales para dejar caer por las rampas.
Os proponemos ruedas de juguetes, tapas y tapones de botellas o frascos, cilindros (piezas de juegos de construcción, tubos de papel higiénico, latas de bebidas), pelotas variadas, objetos con forma cónica (juegos de construcción, vasos). Así como otros objetos que no rueden con facilidad: cajitas de madera, tapas con formas diferentes (cuadradas, hexagonales, triangulares, etc). Con todo esto no son necesarias muchas instrucciones porque espontáneamente comenzarán a probar cómo ruedan (o no) todos los objetos por las rampas.
Sí que podemos animarles a probar a conseguir que los objetos bajen más o menos rápido, que lleguen más lejos en su recorrido, probar a rellenar las latas o botes con piedras o arroz y hacerlas más pesadas para ver si bajan igual de rápido que una lata vacía. Hacer una torre con cajas de cartón y desafiarles a tirarla usando lanzando alguno de los objetos por la rampa. O cubrir la rampa con una hoja de papel de lija y ver qué ocurre con los objetos que bajan por ella. Se trata de dejarles comprobar sus propias hipótesis.
No hay Respuestas.