Hoy os presentamos una de esas actividades que nos ayudarán a ver la física como una ciencia práctica y divertida y no sólo para los niños/as, sino también para sus madres y padres. Y es que si hablamos de las leyes de la gravedad y de la caída de los cuerpos encerrados en un aula, quizás más de uno empezará a revolverse en la silla. Pero si descubrimos esas leyes al aire libre mediante un experimento con un paracaídas casero, seguramente cambiará nuestra percepción de la física y disfrutaremos mucho más del aprendizaje.
El material que necesitaremos es muy sencillo. Un trozo de tela, papel o plástico (una servilleta de tela o papel, una bolsa de basura…), cuerda o lana y un peso (por ejemplo un muñeco de plástico).
Recortamos la tela, papel o bolsa formando un cuadrado. Lo extendemos sobre una superficie lisa y hacemos cuatro agujeros en las esquinas. Cortamos 4 trozos de cuerda de igual longitud y atamos cada uno de ellos a los extremos de la bolsa, por los agujeros que hemos realizado. Unimos el otro extremo de las cuerdas al peso (en nuestro caso 2 cuerdas atadas a cada uno de los brazos del muñeco). Y el paracaídas está listo para el lanzamiento.
Sujetamos el paracaídas por el centro del cuadrado y lo dejamos caer desde cierta altura y observamos lo que sucede.
El desarrollo del resto de la actividad ya depende de vosotros. Os proponemos jugar libremente mientras enriquecéis “científicamente” el juego buscando soluciones a las dificultades que os vayáis encontrando. Nosotros tuvimos que cambiar la lana inicial por una cuerda porque se nos enredaba siempre en el lanzamiento. En alguno de los lanzamientos descubrimos cómo se estrellaba contra el suelo al soltarse una de las cuerdas. Probamos a atar el muñeco a diferente altura porque siempre caía de cabeza…
Por cierto, ¿os habéis fijado en nuestra polea aún colgada en el balcón? Pues todavía sigue dando juego y nos ha sido muy útil para hacer subir el paracaídas y dejarlo caer una y otra vez.
Como en el momento que probamos hacía un poco de viento, descubrimos también el efecto vela sobre el paracaídas y probamos a hacerlo volar simplemente dejándolo ir con el viento desde el suelo…
… o decidimos lanzar el paracaídas al aire desde el suelo para comprobar si así también conseguía desplegarse y aterrizar suavemente….
También podéis probar diferente tamaño del paracaídas, diferente longitud de las cuerdas, diferente peso, etc.
¿Y la explicación científica? cuando dejamos caer un objeto se acelera por la fuerza de gravedad que hace que los objetos caigan en dirección a la tierra. Sin embargo, al abrirse el paracaídas el objeto se desacelera por la fricción de la superficie del paracaídas con el aire, lo que hace que el objeto caiga lenta y suavemente.
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