Continuamos con el descubrimiento sensorial y añadimos un nuevo concepto: flota o se hunde. Sentados de nuevo en el borde de la piscina, sacamos una bolsa con diferentes objetos (cucharas de madera, metálicas, una mandarina, una bayeta, una esponja…). El objetivo es descubrir las propiedades de estos objetos dentro del agua.
Cogemos un objeto que flote y preguntamos que pasará si lo tiramos a la piscina. Los niños dan su opinión, probamos y describimos lo que sucede. Cogemos a continuación un objeto que no flote y repetimos el procedimiento: pregunta, prueba, descripción. Vamos probando con todos los objetos dejándoles primero especular sobre qué pasará. Finalmente les damos todos los objetos para experimentar ellos mismos en el agua… podrían pasar horas así. Les encantó por ejemplo ver cómo el agua “desaparece” al absorberla la esponja. Sabemos que a los niños les encanta jugar con el agua pero en esta sesión conseguimos algo más: introducir el método científico como parte de su juego.