La ONU proclamó a finales del 2015 el 11 de Febrero día mundial de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Desde entonces se vienen celebrando en diversos países numerosas actividades para conmemorar este día. En todas las que he participado como experCiencia es frecuente que se plantee una pregunta ¿Es necesario celebrar este día? Mi respuesta es un rotundo SI. ¿por qué? estas son mis 8 razones:
1. Porque muchas mujeres científicas han sido deliberadamente ignoradas por la historia, mientras que los méritos se los llevaban sus compañeros o colegas: es el conocido como efecto matilda. Destacables son los casos de Rosalind Franklin, o Lise Meitner. O el de otras investigadoras cuyos trabajos relevantes han sido oportunamente ocultados en la historia tras la figura de sus maridos. Es el caso de Esther Lederberg, o Isabella Karle
2. Porque muchas mujeres continúan siendo ignoradas en los prestigiosos premios Nobel, o en los libros de texto de secundaria, como demuestra este informe. Inevitablemente esto conlleva la falta de referentes y modelos femeninos en el mundo de la ciencia para niñas y niños. Sí, los niños también necesitan modelos femeninos para normalizar la presencia de mujeres en diferentes ámbitos.
3. Porque la sociedad, el entorno familiar, y educativo hace creer a las niñas desde edades tempranas que no son suficientemente inteligentes o brillantes, según demuestra este estudio.
4. Porque las mujeres no están suficientemente representadas en algunos estudios universitarios. Y eso hace que estemos perdiendo la mitad del talento en ciertos sectores. A eso se añade que algunas de las carreras con mejores perspectivas laborales, como es el caso de ingeniería informática o ingeniería industrial son precisamente las que tienen menor presencia femenina. Así, si el mercado evoluciona tal como se prevee y la digitalización aumenta la demanda de estos perfiles científicos y tecnológicos, las mujeres corremos el riesgo de quedarnos fuera del mercado laboral.
5. Porque incluso a pesar de que las mujeres son mayoría en determinados estudios universitarios, cuando progresan en sus carreras científicas o académicas, el número de mujeres con cargos de responsabilidad sigue siendo notablemente inferior al de los hombres. Es el conocido como efecto tijera en el que la proporción de mujeres disminuye al subir en la escala profesional.
6. Porque a día de hoy, sigue siendo noticia que una mujer ocupe un puesto relevante en la universidad, o reciba un premio Nobel.
7. Porque aún hoy nos siguen preguntando sólo a las mujeres si la maternidad ha condicionado nuestra carrera o si hemos renunciado a la maternidad por nuestra profesión.
8. Porque soy mujer, hija, madre, y considero mi obligación luchar ahora y siempre por defender el derecho de todas las mujeres a desarrollar su potencial en plena igualdad con los hombres. En agradecimiento a todas aquellas que lucharon antes para que yo pudiera alcanzar mis sueños.