Nos encantó la proyección que da la bienvenida a la exposición “La Terra avui”, y que muestra la evolución de la Tierra desde su nacimiento hasta la actualidad.
Recorrimos las distintas zonas donde los niños reconocieron algunos animales y plantas…
…y descubrieron (descubrimos) muchos otros que nos sorprendieron.
Descubrieron también la belleza y originalidad de algunos de los minerales…
…y nos dio la oportunidad de explicarles qué eran los fósiles, cómo se formaban y cómo se recuperaban (nos dio una idea para un “experimento” que intentaremos hacer pronto).
Aunque para mi gusto es una exposición demasiado oscura: suelos y paredes negros que recorres en penumbra donde destaca así la iluminación de las vitrinas de exposición, sí, todo muy actualizado y muy visual pero, sinceramente, en un edificio al lado del mar mediterráneo y en una exposición dedicada a la vida en el planeta azul, yo echo de menos un homenaje a esa luz natural que podría entrar por todos los rincones en un edificio de estas características.
Eso sí, vimos que los niños disfrutaban de lo lindo en las zonas “chill-out” del museo donde los juegos de luces y sonidos simulan sus pisadas en un río y donde se divertían saltando y “chapoteando” virtualmente.
Otro de los lugares que me pareció más interesante es el “Niu de Ciència” especialmente dedicado a los niños de 0 a 6 años y donde se podrá ver, escuchar y tocar diversas formas de vida en la Tierra…
Lástima que sea una zona que no pudimos visitar y que según nos dijeron estará abierta a familias sólo los fines de semana de 10 a 12h. Creo que una zona presidida por una gran pantalla en la que se muestran frases tan geniales como:
”Derechos de los niños:
- -Derecho a no hacer aquello que esperan que haga
- -Derecho a que los adultos nos esforcemos por entenderlos sin interferir
- -Derecho a invertir el tiempo que quieran en sus acciones
- -Derecho a tocarlo todo
- -Derecho a mancharse
- -Derecho a pensar con las manos”
O “todo aquello que nos emociona atrae nuestra atención y se graba especialmente en la memoria”… una zona así, decía, debería estar abierta en el mismo horario que el resto del museo a sus visitantes más entusiastas.
En resumen un lugar fantástico para disfrutar en familia de una experiencia científica en Barcelona.